martes, 31 de julio de 2012

Creer es Poder, creer es Crear



Crear, esto que a veces nos parece imposible, que nos lleva a pensar que solo lo pueden hacer los iluminados, esa gente que es tan especial, tocados por una varita mágica llamada Dios.
Cuando digo “Yo creo”, con eso empiezo a mover esa energía que está a mí alrededor. Crear es ese convencimiento de que yo merezco ser, y no tan solo eso sino que “yo soy” y por tanto “yo creo”.
Cuando me puse a crear mis esencias, creía que no era merecedora, que no podía ser que yo crease nada, por lo tanto lo llamaba elaborar, como un artesano que no quiere decirse artista, porque piensa que las cosas que salen de sus manos, no son merecedoras de tal titulo.
Y aquí estamos creando “nuestra realidad” día a día, sin saber que entre todos, creamos una ilusión y que esto puede cambiar.
Crear es ser otra vez esa niña que cree que todo es posible. Hay magia en cada instante de la vida y eso si podemos creerlo, es necesario para poder seguir nuestro camino.
Estos días ha venido a visitarnos Hypatia y María Magdalena para que podamos tener su esencia, primero en mi y luego para todos los que quieran creer en ello.
Hypatia esa mujer que es fuente de conocimiento, que hace que todo lo que necesitemos saber, venga a nosotros.  La información que hay en el Universo está a punto para que, el que la quiera la obtenga pero, a veces nuestros miedos no frenan en todo este proceso. Por eso creo que Hypatia ha decido venir.
María Magdalena somos todas, ya lo sabéis mujeres…Nuestra feminidad es una parte importante en la actualidad. Esta feminidad que esta sanando y ayuda en la evolución de nuestra Tierra. Cada mujer necesita su Cristo, su alma gemela y ella nos ayuda a reconocerlo. ¡El revuelo que está haciendo su esencia a mí alrededor es genial! Cuantos Cristos y María Magdalenas se están encontrando por momentos. Es el momento de vivir en armonía dentro del compromiso de pareja. Crear una conexión entre los dos. Esos sentimientos mutuos, telepatías y demás conexiones que hay entre dos seres que son uno parte del otro.
También ha sido el momento de recrear las esencias de moscas, abejas y hormigas voladoras.
Cada una nos ayuda en nuestro vivir.
A menudo las gente me dice “¿Por qué haces esencias, todo el mundo anda haciendo esencias?” y yo solo puedo decir que las hago porque creo en ellas y en mí, y es lo que siento. Si tantas personas creemos en ellas y las hacemos, por algo será.
Si todo mi trabajo sirve solo para cambiar a una persona y esta persona es la que falta para que el huso de la balanza se incline, aunque sea una milésima hacia el otro lado, todos habremos ganado. ¿Por qué no intentarlo?
Las hormigas voladoras son esos insectos que llegan a este mundo con alas y tienen que deshacerse de ellas para poder hace el trabajo interno a que han venido. Poner esa semilla en cada instante que sirve para que su nido (Tierra) sea prospero. Muchas personas no terminan de abandonar esas ilusiones para ponerse manos a la obra y empezar a trabajar en su nido interior.
Es tiempo de disfrutar, de vivir el ahora y a la vez de terminar de limpiar nuestra alma de todo lo pesado y denso. Nos está pillando el toro y todavía andamos muy cargados.
“To enjoy” como dicen los ingleses, sentir como “joyas” esos momentos que vivimos cada día. Mirar el mar, sentir el viento por la calle, sentir que estamos vivos…ahora.
Usamos las palabras para intentar clasificar cada cosa y a veces no es necesario. Como vamos a poner palabras a un sentimiento que es un continuo cambiar.
Vivir es cambio, cambiar cada instante y mucho menos que un instante. En cada momento somos algo diferente, hemos cambiado. Porque preocuparse de lo que éramos o lo que no somos y de lo que seremos y no seremos.
A veces callar y no decir, cuando nos sentimos más llenos de palabras, sintiendo y queriendo, como una gota de agua que corre por el cristal…frio, resbala, transparente, lluvia, humedad, emoción, soñar, creer…sentir, solo sentir.
Y mientras sentimos y creemos, volamos hacia nuestro interior que nos impulsa hacia el todo.
Ese todo externo que somos nosotros…todo y nada. Donde está el vacio que se llena de nuestra energía que es la de todos.
Hypatia está conmigo y me ayuda a seguir en el descubrimiento de mi misma y del todo, que es lo mismo. Esa embriaguez que da el vivir rodeado de este mundo tan magnífico donde hay tanto por descubrir. Toda esta información en nuestras manos y sin que nadie la toque. Atreveros a usar aunque sea un poquito y veréis el gozo que representa sentir que entendemos ese todo. Entender es sentir y sentir es entender, así de fácil.
Os invito a seguir el camino de una hormiga, a imaginar la historia oculta que pueden tener el ajedrez;  la historia de amor entre la reina blanca y el
rey negro, los cuchicheos de la corte, ufff...
Os invito a que durante un minuto al día hagáis una cosa de niños. Tirar un libro al aire y aplaudir antes de que vuelva a vuestras manos. Hacer una mueca mirando un escaparate…Dejar volar vuestra imaginación. Si queréis después me lo contáis. Un foro de niños siempre es muy divertido y ocurrente. Se pueden sanar muchas cosas así.
Aunque las palabras hagan pequeña la hazaña, siempre es mejor comunicarse que no contar nada.  Nos hará creer en nuestra libertad. En sentirnos libres de hacer y de creer. De momento la palabra es la comunicación entre nosotros  aunque, cada día hay pensamientos de otros que entran en nuestra mente sin mediar palabras.
Creer es poder, eso dice el refrán, así que pongamos en marcha el yo creo, tú crees, él cree,…y quizás decantemos la balanza de una vez, consigamos esa masa crítica que hablan las estadísticas  y salgamos disparados cual cohete hacia otra dimensión de amor, dejando atrás este lugar tan viejo y lleno de miedos.

 

Foto: Puerta dimensional planetaria ( Cedida por Mª del Carmen Martínez Galindo)

Artículo publicado en “Utopía Azul” nº 94, Mar del Plata



No hay comentarios:

Publicar un comentario